sábado, 30 de julio de 2016



EL MONUMENTO A LA BANDERA NACIONAL 

Por el Arquitecto Carlos Urria

carlosurria@gmail.com 

Este Monumento es, tal vez, el único en la época post-colombina que combina en su concepción el devenir histórico y espiritual de una nación americana. No existen en el mismo fechas cifradas de aconteceres futuros, pero si es un monumento profético. Unico. 

Es imposible interpretarlo sin las obras literarias de Ricardo Rojas (1882-1957) fundamentalmente con su “EURINDIA” (1924), al que hay que agregar a Manuel Galvez, entre los que integraron la Restauración Nacionalista en las primeras décadas del siglo 20. En dicha obra elabora largamente la búsqueda de una estética americana, resultante de la fusión de las antiguas culturas europeas y las nativas americanas. Desde el plano literario describe la profunda concepción del mestizaje cultural devenido naturalmente con los siglos, dando eclosión a una nueva estética. Los tres últimos capítulos son reveladores. 

En la misma temática, inspirándose en la obra de Ricardo Rojas y otros de su generación, un joven Angel Guido (1896-1960), rosarino, graduado como Ingeniero y Arquitecto en la Universidad de Cordoba (1920-1921), escribe “FUSION HISPANO-INDIGENA EN LA ARQUITECTURA COLONIAL” (1925), en donde da a conocer su pensamiento filosófico y estético luego de realizar un largo viaje en donde estudia la cultura, arte y arquitectura incaica en Bolivia y Perú, y en “CONCEPTO MODERNO DE LA HISTORIA DEL ARTE” (1936) enuncia la idea que aplicará posteriormente en el diseño del Monumento a la Bandera con su recorrido ascendente, el principio del ritmo “del hombre en marcha”. 

La formación estética del arquitecto Angel Guido se vincula en su desarrollo a los estudios de otro rosarino, el también Ingeniero y Arquitecto Angel T. Lo Celso (1900-1974), igualmente graduado en la Universidad de Cordoba, quien en su libro “EURITMIA ARQUITECTONICA” (1950), compendia en una obra monumental todos los sistemas de trazados geométricos reguladores, y las proporciones y armonías en la naturaleza y en las artes. Nos encontramos entonces que hacia finales de la década de 1930, el arquitecto Angel Guido se encuentra plenamente formado y maduro para arremeter contra el desafío más importante que tendrá su vida profesional. 

Larga es la historia que precedió al Monumento a la Bandera. Ya en el año 1872 se había intentado con la construcción de dos pirámides, una en Rosario y otra en la Isla Espinillo, la de Rosario nunca se construyó y la del Espinillo desapareció con las crecidas del Río Parana. 

Más tarde, el 9 de Julio de 1898 se realiza en Rosario la ceremonia de colocación de la Piedra Fundamental de un nuevo monumento, en el preciso lugar en que históricamente el General Belgrano izó por primera vez la Bandera Nacional el 27 de Febrero de 1812, es encargado a la escultora Lola Mora en el año 1910, quien comienza su obra en Italia pero más tarde en 1928 se cancela su contrato, quedando las esculturas en larga y oculta espera hasta que el año 1999 se las coloca finalmente en el predio detrás del Propileo del Monumento actual. En el mismo año de 1928 se llama a concurso de anteproyectos, el que es declarado desierto. 

En el mes de marzo de 1939 se llama nuevamente a concurso de anteproyectos y en setiembre de 1940 el Jurado elige el presentado bajo el lema de “INVICTA” por los arquitectos Angel Guido y Alejandro Bustillo, en colaboración con los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. 

El concurso estaba circunscripto al anteproyecto de un monumento escultórico a construir en el extremo de la entonces Plaza General Belgrano lindando con la avenida que rodea la costa del río Parana. El contrato para la construcción del Monumento se firmó en el año 1942 y al año siguiente comienzan las obras, en donde el arquitecto Alejandro Bustillo ya no interviene, y a quien pude entrevistar meses antes de su fallecimiento en el año 1982, en la conversación me dijo que si bien participó en el concurso, textualmente añadió: “Guido le agregó después todo lo demás” refiriéndose a la escalinata y al propileo. Y con esa frase del arquitecto Bustillo entramos ahora de lleno al Monumento a la Bandera Nacional y a sus mensajes ocultos. 

Ricardo Rojas, Manuel Galvez, Manuel Ugarte, Angel Guido y otros contemporáneos, pertenecían a la masonería algunos o eran espiritualistas otros, como se autodefinía Galvez, pero todos veían con simpatía las sesiones espiritistas. Y también participaban en las mismas. ¿Y qué podrían preguntar aquellos hombres ilustres patriotas a los médiums en las sesiones espiritas…? Pues ni más ni menos que acerca del futuro de la Patria que profundamente amaban. 

Lo que les revelaron los médiums lo guardaron muy en secreto y aún es una incógnita. Pero aprovechando el alejamiento del proyecto por parte del arquitecto Bustillo, es que el arquitecto Angel Guido “le agregó después todo lo demás” al Monumento. Y el mensaje secreto puede empezar a materializarse. Es el Destino. 

Tomando como base el anteproyecto del concurso ganador, Angel Guido le agrega en su parte posterior y en todo el desarrollo de la plaza hasta el lindero con las viviendas que entonces la separaban del Coro de la Catedral de Rosario y los fondos del edificio del Palacio Municipal, una gran escalinata rematada en un Propileo, ampliando completa y totalmente la idea original del concurso del año 1940 y define una gran nave. La Gran Nave de la Patria. 

El esoterismo y el espiritismo eran conocimientos y experiencias que Angel Guido tomaba con mucha seriedad. Y así también recomendaba muy especialmente respetar. El periodista e historiador rosarino Wladimir Mikielievich me hizo una referencia al respecto cuando tuve la oportunidad de interrogarle acerca de la historia del Monumento, y la escritora Elsa Osorio en su libro “Beatriz Guido”, editado por Planeta en el año 1991, también relata una anécdota de Angel Guido sobre su interés por el espiritismo, al igual que su hija la escritora Beatriz Guido, una “médium comprobada” en palabras de un amigo de la familia. 

En posesión de amplios y sólidos conocimientos profesionales, de la cultura y arte europeos y americanos, con más los estéticos, históricos, filosóficos y esotéricos, es que el arquitecto Angel Guido proyecta el definitivo Monumento a la Bandera Nacional. 

Sabe bien Angel Guido por sus conocimientos de las filosofías orientales, que según el hinduismo, en correspondencia con los plexos nerviosos se encuentran los siete chakras principales y que en la base de la columna vertebral, en la zona sacro-coxígea, se aloja enrollada la serpiente Kundalini, una energía o fuego que se enciende en el chakra raíz y asciende por la columna vertebral hasta llegar a la glándula pineal en el centro del cerebro, produciéndose entonces la Iluminación Espiritual y el acceso al Misterio Cósmico. Es la serpiente que asoma por la frente de los faraones egipcios en sus representaciones estatuarias y sarcófagos. 

Sobre la base del deslizamiento de la energía de Kundalini desde el sacro-coxígeo hasta la glándula pineal y que conduce a la Iluminación Espiritual, es que el arquitecto Guido proyecta un imaginario y gigantesco ser ANDROGINO recostado con el rostro vuelto hacia arriba, en donde la Torre simboliza el órgano sexual masculino en erección y la Fuente al pie de la Proa el órgano sexual femenino, el agua, la Luna, el flujo de las mareas, el período menstrual femenino. Ambos unidos representan la auto-fecundación y encuentran su energía en Kundalini oculta en el sacro-coxígeo, simbolizado por la Cripta debajo de la Torre del Monumento. 

La escalinata del Patio Cívico es la columna vertebral de este monumental ser y el Propileo su cabeza, que aloja en su centro la glándula pineal, la Lámpara Votiva. Bajo esta lámpara se encuentran en una urna restos de los Granaderos que combatieron en San Lorenzo a las órdenes del entonces Coronel José de San Martin y expresa el homenaje de la Patria al Soldado Desconocido de la Independencia. 

Cómo se recorre el Monumento. Desde la explanada del Atrio donde se halla el Altar de la Patria y la estatua dedicada a "LA PATRIA DE LA FRATERNIDAD Y DEL AMOR", al pie de la misma y mirando hacia la Torre, se debe ingresar por la Puerta derecha, sobre la que se encuentra el mural donde se representa EL IDEAL. Una vez en el interior se accede o al ascensor que lleva al mirador de la Torre o a la Cripta en que se encuentra la estatua del General Belgrano, sentado y en actitud de meditación. En el piso de la Cripta hay una estrella de ocho puntas formada por dos cuadrados superpuestos y desplazados 45 grados entre sí. Es un SOL tartésico, uno de los más antiguos símbolos solares del período neolítico, y que simboliza la plenitud y la regeneración vital. Con la profunda meditación se activa Kundalini. Se egresa de la Cripta accediendo nuevamente al Patio Cívico por la puerta sobre la que se encuentra el mural que representa LA GLORIA. La energía espiritual simbolizada por el SOL se ha despertado, emerge en el horizonte desde la orientación al Este del eje longitudinal del Monumento y comienza su ascenso por la columna vertebral representada por la Escalinata del Patio Cívico. Una vez en la cima de la escalinata se accede de inmediato al Propileo, que en la antigua Grecia era el pórtico que daba acceso al recinto sagrado de los santuarios, y en donde se encuentra la Lámpara Votiva, la energía de Kundalini llega a la glándula pineal y se produce la Iluminación Espiritual. 

Veamos el mensaje exotérico del Monumento. Es la Gran Nave de la Patria, que está anclada, fija en el puerto. Pero ¿cuándo va a zarpar la nave de la Patria? Pues cuando todos los tripulantes se encuentren a bordo y entre ellos aparezca el capitán abanderado que la guiará. O sea, cuando se produzca la UNIDAD NACIONAL y emerja de la misma un jefe, un líder, un guía o un caudillo que la conduzca, pues la nave tiene energía para partir y navegar, simbolizada en la Lámpara Votiva. 

Este mismo mensaje está como mandato expreso en el Escudo Nacional, en las manos entrelazadas de los iguales reconociéndose entre sí. 

Es decir, que SIMULTANEAMENTE al concretarse la UNIDAD NACIONAL, en la ARGENTINA se manifestará un GRAN DESPERTAR ESPIRITUAL inédito y superador, augurando proféticamente que la Argentina se convertirá en una Nación y en un País que será la cuna principal de seres no privilegiados, pero si dotados de elementos, sensaciones y amores que la Humanidad ha perdido en el tiempo. 

Pero ¿cuándo y cómo se producirá la Unidad Nacional tan anhelada? no lo sé y tampoco está fechada ni sugeridas sus circunstancias en el Monumento. De lo que sí estoy seguro es que no será un hecho que se producirá por la imposición voluntaria de una facción política ni el producto de un proceso eleccionario democrático. Sí aventuro a decir que será un acontecimiento espontáneo de toda la ciudadanía argentina y emergente de un proceso interior evolutivo que envolverá a todos los argentinos, que sí se está desarrollando en cada uno de los corazones pero aún sin emerger. En palabras de Herman Hesse..."Quería tan solo intentar vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mí. ¿Por qué habría de serme tan difícil...?" ESO ES LO QUE NOS PREGUNTAMOS TODOS LOS ARGENTINOS. ¿Por qué nos es tan difícil? 

Sentimos los argentinos que hay algo que tiende a brotar espontáneamente desde adentro de nosotros y que todavía no es expresado por ninguna fuerza política ni corriente filosófica, y tampoco es un proceso que viene de la mano de algún mandatario/a voluntarista o líder político, filosófico o espiritual. 

Todos los intentos actuales y que se promueven coercitivamente, no están en consonancia con lo que vendrá destinalmente a la Argentina y ni aún hoy se puede vislumbrar qué es, pero que el mensaje encriptado en el Monumento afirma que acontecerá inexorablemente. 

Por eso es que nuestra sociedad está confundida y dividida. Es un “HECHO NUEVO”, al decir del histórico diputado peronista –de Peron y Evita- don Enrique Osella Muñoz.

LA INAUGURACION DEL MONUMENTO 

Aconteció pasadas las horas del mediodía del 20 de Junio de 1957. Allí el maestro de ceremonias secreto es el Arquitecto Angel Guido. 

Siguiendo el programa, primeramente se bendice la Bandera Nacional confeccionada especialmente por damas rosarinas. Seguidamente el Coronel Marcelino de Loredo, Presidente de la Comisión, hace entrega del Monumento a la comunidad, a continuación prosigue el discurso del General Aramburu entonces presidente provisional, y luego la comitiva se dirige a la Cripta para la Ceremonia de Bendición del Monumento. 

Los familiares del arquitecto Guido relatan la tristeza que lo embargó ése día tan especial, pues lo dejaron de lado, olvidado y ni lo invitaron a integrar la Comitiva que presidió los actos, por lo que tuvo que mantenerse anónimo en un segundo plano. Este profundo dolor lo acompaño hasta su muerte en 1960. 

Y por qué en la Cripta cuando se pudo realizar la Bendición del Monumento en la Proa, en el Atrio del Altar de la Patria ó en el Patio Cívico y a la vista de toda la concurrencia…pues porque era una CEREMONIA SECRETA Y ESOTERICA, en donde el Cardenal Antonio Caggiano, Obispo de Rosario, un prelado, bendice el lugar en donde simbólicamente se aloja la energía de Kundalini, despertándola. Resulta llamativo que Monseñor Caggiano haya aceptado bendecir el Monumento en la Cripta, pero sin duda que estuvo de acuerdo con los argumentos que le presentó el arquitecto Guido. Ambos sabían muy bien de qué se trataba. 

Una vez concluida la bendición del Monumento en la Cripta, la comitiva asciende en procesión por la escalinata del Patio Cívico hasta el Propileo, en un protocolo ceremonial que rememora las realizadas por los Faraones egipcios seguidos de los Hierofantes Mayores de las escuelas de los misterios, y ya entonces en el centro del Propileo, frente a la Lámpara Votiva, el presidente provisional la enciende dando por inaugurado el Monumento, eran las 14:20 horas. La energía de Kundalini llegó simbólicamente a la glándula pineal y se alcanza la Iluminación Espiritual y el despertar de la Consciencia de la Divinidad Interior. 

El Arquitecto Angel Guido, noble patriota, nos dejó a los argentinos un mensaje acuñado en el Monumento a la Bandera Nacional, el que empezaremos a escuchar en el secreto de nuestro interior y si es que en estos momentos no lo sentimos empezar a susurrarnos. 

En los gráficos adjuntos y para una mejor comprensión del texto que antecede, se ha incluido el reverso de un billete de Diez pesos ($ 10.-) de curso legal sobre el que se ha sobrepuesto la imagen oculta del Ser Andrógino, y Planos del Monumento con igual imagen superpuesta en la Planta General, una vista lateral sobre la calle Cordoba, y un corte longitudinal en donde se dibujó un cordón enrollado para visualizar el despliegue de la energía de Kundalini ascendiendo desde el sacro-coxígeo a la glándula pineal, de la Cripta al Propileo.

AGRADECIMIENTOS: 

A los herederos del arquitecto Angel Guido en la persona de la Licenciada Adriana Martinez Vivot, quien me facilitó el acceso a escritos originales de su abuelo materno. 

A la señora Elvira Fernandez del Archivo del Monumento a la Bandera por los planos de arquitectura sobre los que se ha elaborado el presente. 

A Mariano Pagella, Diseñador Gráfico por el arte en las imágenes del billete de Diez pesos ($ 10.-) y en los Planos de Arquitectura del Monumento a la Bandera. www.marianopagella.com 

CREDITO:

De la escritora BEATRIZ GUIDO. Como en el año 1984 y meses antes que viajara a España a hacerse cargo de la agregaduría cultural, contacté a la escritora Beatriz Guido, una de las tres hijas del arquitecto Angel Guido, para interrogarla acerca del Monumento. Me recibió una tarde en su departamento de la calle Vicente Lopez en la ciudad de Buenos Aires, y luego de una larga charla en la que le describí mi interpretación de la obra, me dijo con estas palabras y una sonrisa que aún recuerdo: “ASI ES ARQUITECTO, PAPA LO HIZO ASI”. Con lo que confirmaba de primera mano mis presunciones. 

TESTIMONIOS: 

Del antropólogo PEDRO KRAPOVICKAS PEREZ. Hacia los años 1977/1978 por razones de trabajo tuve que viajar a la ciudad de San Miguel de Tucumán. Una mañana leo en un diario que esa noche se inauguraba en la municipalidad una muestra de maquetas de la arquitectura colonial tucumana. Como arquitecto fui muy interesado a verlas. En el transcurso de la velada escuché entre los corrillos de los presentes la frase “la aparición del ser nacional”. Me apersoné al grupo desde donde había surgido el comentario, me presenté y los interrogué acerca del comentario. Me responden que había sido el tema de una conferencia que recientemente había pronunciado un antropólogo de la Universidad de Tucumán, y me dieron vagamente su nombre. Al otro día, y desde el teléfono del hotel en que me hospedaba, recorrí todos los departamentos de la universidad hasta que finalmente lo encontré. Se trataba de Pedro Krapovickas Perez. Concertamos en que vendría puntualmente a las 15 horas para encontrarnos en el hall del hotel. Recuerdo que era un hombre menudo, de unos 60/65 años. Y luego de las presentaciones mutuas me pregunta: “¿Qué es lo que quiere saber arquitecto?” Le respondo que es sobre su anuncio en una conferencia acerca de la aparición del Ser Nacional. Me dice entonces: “Yo soy antropólogo, y he podido observar luego de muchos años de estudios, que después de transcurridos 500 años de mestizaje cultural y étnico se manifestará inexorablemente el Ser Nacional.” Como a la sazón en la provincia de Tucumán operaba la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), le pregunté si podría tener alguna relación con ése proceso, a lo que me respondió: “Mire arquitecto, yo soy docente universitario y gremialista. Todos los meses tenemos reuniones con otros docentes sindicalistas aquí en la ciudad de Tucumán, y les he preguntado acerca de lo que estaba sucediendo en los montes, a lo que me contestan: “Mirá, allá arriba andan unos tipos que vienen, nos vacunan a los chicos, nos arreglan los ranchos, nos cavan letrinas…PERO NO NOS CHAMUYAN…”. Esa frase me quedó grabada en la memoria. NO NOS CHAMUYAN. 

Del diputado ENRIQUE OSELLA MUÑOZ: En vida fue mi único tío varón por vía materna. Nacido en el año 1912, hijo de inmigrantes de clase media, el peronismo le permitió acceder a la política en la década del 40. Siguió y acompañó durante toda su vida al General Perón y a Evita. Fue Diputado Nacional por la Provincia de Santa Fe en 1951 y el único integrante de aquella camada que volvió a la Cámara de Diputados con el regreso del General Peron a la Patria en el año 1973. Héctor Campora era el otro diputado pero nada duró en la presidencia de la nación. Sufrió la cárcel y la persecución política por la causa nacional que amaba. Político sagaz e intuitivo, Peron decía de él: “ESTE NEGRO VE DEBAJO DEL PETROLEO”. En los años antes de fallecer a mediados de 1982, en charlas familiares me decía: “Carlos, en la Argentina se viene un HECHO NUEVO, pero no puedo saber qué es”. Y era lógico, pues a sus años no lo iba a poder encarnar físicamente como lo había hecho con el peronismo en sus años juveniles. Osella Muñoz había sido testigo del accionar de los Montoneros infiltrándose dentro del peronismo y aconsejaba a los jóvenes alejarse de ellos. Entonces como conclusión, ese HECHO NUEVO no estaría conducido por los Montoneros ni por sus herederos actuales. 

Redactado en la ciudad de Buenos Aires en el mes Setiembre del año 2012. 

Arquitecto Carlos Urria

carlosurria@gmail.com 




PLANTA GENERAL 

VISTA LATERAL CALLE CORDOBA 


CORTE LONGITUDINAL EL CORDON ENROLLADO REPRESENTA LA ENERGIA QUE SE MUEVE DESDE LA BASE DE LA COLUMNA VERTEBRAL HASTA LA GLANDULA PINEAL EN EL CENTRO DE LA CABEZA

martes, 19 de julio de 2016

“NOS CAMBIARON LA BANDERA, EL HIMNO Y EL ESCUDO NACIONAL”, DENUNCIÓ EL ARQUITECTO CARLOS URRIA

Durante la emisión del programa 443 de Contacto con la Creación, el viernes 26 de diciembre, último programa del año, el arquitecto Carlos Urria, nacido en Rosario en 1948, puso énfasis en que se tiene que investigar en qué momento nos cambiaron los símbolos patrios.

El arquitecto Carlos Urria muestra en el
programa Contacto con la Creación el
escudo de las Provincias Unidas de 1829.
Entrevistado por Carlos Avellaneda, Alberto Seoane y Daniel Verón, en su segunda visita al programa, el arquitecto desarrolló sus investigaciones sobre diversos temas.

“Yo creo que más que revolución, la República Argentina tuvo una evolución, una planificada evolución y no una revolución que aún está por hacerse”, comenzó Urria.

El escudo nacional tiene olivos y laureles, sin
embargo solo se lo representa con laureles.
Respecto al escudo nacional, que actualmente tiene solamente olivos y queoriginalmente tenía laureles y olivos, Urria manifestó que esa idea proviene de los mandiles de la francmasonería francesa que tienen el dibujo de laureles y olivos. “En la Asamblea del 12 de marzo de 1813 se decreta que se haga un cuño de madera en el Cuzco que tiene laureles y olivos. En el Acta de la Independencia de 1816, se observa el escudo que aparece grabado que tiene laureles y olivos. Y llegamos a 1829 que tenemos por primera vez la bandera con un sol, laureles y olivos, y aparecen dos manos izquierdas. En 1829 el Uruguay se independiza y conserva en su escudo nacional la memoria del escudo primitivo argentino de laureles y olivos”,explicó el arquitecto.

Aberrante escudo nacional con la cara impresa
de Cristina Kirchner en el sitio oficial
del gobierno.
“En 1880, la provincia de Buenos Aires cede el territorio de la ciudad de Buenos Aires para su federalización. La provincia de Buenos Aires se lleva el escudo de la república con laureles y olivos. Al resto de los argentinos, nos dan el de laureles y laureles que significa "en gloria y en gloria".Laureles y olivos significa "en gloria y en paz", aclara. Olivos a la derecha y laureles a la izquierda.

El escudo de la Argentina en el sitio oficial de
la nación tiene en forma transparente la foto
de Cristina Fernández, según lo denunció
el arquitecto Urria en el programa
Contacto con la Creación. Haga clic en la
imagen para ampliarla.
Como dato preocupante, que tendría que ser tratado por el Congreso de la Nación, además de solo tener laureles, ahora al escudo nacional le han agregado una figura, una silueta, que cualquiera puede corroborar visitando el sitio oficial: 
www.presidencia.gov.ar

El interesado ingresa y hace clic en Casa Rosada, luego en Símbolos, aparece primero la escarapela y luego el escudo nacional. 

“Veo unos reflejos, primero pienso que podrían ser de  la pintura, y empiezo a mirar con el zoom y veo que es una cara, un rostro femenino, y sinceramente pensé que era Evita. ¿Qué es lo que hay en el escudo?, es la foto de Cristina Fernández,adolescente, de unos 18 años, una foto en blanco y negro pero transparente, fantasmal. ¡Esto es inaceptable! ¡Es una aberración! ¡Una afrenta a la República, es terrible!”, exclamó indignado el arquitecto.

Los nuevos billetes de 100 y 10 pesos
En el reverso del nuevo billete de 100 pesos, Urria mostró que en el ángulo superior izquierdo está el ojo de Néstor Kirchner, es el ojo derecho. Y otra observación significativa es que tanto en el de 10 como en el de 100, donde dice Argentina está cambiado en otro color el final “tina”. Argen en un color oscuro y tina en rojo, porque a Cristina Kirchner le decían “La Tina” de pequeña.

En el círculo, el ojo de Néstor Kirchner.
Otro curioso billete kirchnerista es “el nuevo billete de 10 pesos que aún no está en circulación, que la presidente anunció el año pasado en Rosario, donde aparece dibujado el general Belgrano, pero es otra cara. Yo lo observo y se nota el ojo derecho extraviado, igual que el de Néstor Kirchner, la nariz es la de Néstor Kirchner, la boca es la del ex presidente y el mentón es el de Néstor Kirchner. Al billete original donde estaba el retrato de Manuel Belgrano, lo alteraron para que apareciera la imagen de Néstor Kirchner. Esto es totalmente una blasfemia”, expresó Urria.

El retrato de Belgrano es en realidad
el de Néstor Kirchner.
“Este billete está tomado de la televisión pública y del reverso tiene a Belgrano creando la bandera en Rosario en 1812 y a su lado está Juana Azurduy, cuando todos saben que fue contemporánea pero nunca estuvo presente en el izamiento por primera vez de la bandera en Rosario”.

El nuevo busto del general
San Martín tiene el rostro
de Néstor Kirchner.
El arquitecto Urria continuó revelando sus observaciones, “a mediados de este año, estaba mirando uno de los habituales discursos por cadena nacional de la presidente desde el Museo del Bicentenario, que está detrás del Salón Blanco de la Casa Rosada. La cámara mostraba el lugar y mi ojo ve algo que no era correcto. Como se escapa la imagen y no vuelve, entonces entré a Internet para ver la ceremonia grabada, y tomé la foto de lo que me llamó la atención. Era el busto del general José de San Martín con los rasgos indudables de Néstor Kirchner. Es un nuevo busto y el que lo conoce dice: ¡Es Néstor Kirchner! Este busto fue hecho intencionalmente”, dijo indignado. 

“Otro dato interesante, pero que no tiene nada que ver con el gobierno actual, son las esculturas que están por detrás de la Casa Rosada, en el Paseo Colón. Hay un conjunto estatuario sobre el sector izquierdo, arriba, completamente blanco y que contrasta con el rosado de la casa de Gobierno. Están todas las estatuas frente al Río de la Plata mirando hacia abajo, como que el sol hace que miren hacia abajo, hasta el león mira hacia abajo. En realidad deberían estar mirando hacia arriba al sol que nace en el horizonte”, explicó. 

¿Quién nos cambió la bandera?
El arquitecto Urria explicó que la bandera original de la Argentina es la creada por Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812 en Rosario, que hoy se la conoce como la “Bandera de Macha” que fue hallada escondida en una iglesia de esa localidad. Belgrano dice “la hice celeste y blanca”. Ahora está guardada en Bolivia.

Carlos Urria, muestra la Bandera original creada
por Belgrano en 1812, conocida como "Bandera
de Macha", por el lugar donde fue encontrada.
“En 1831 tenemos una bandera con dos franjas celestes y una blanca en el centro con un sol en el centro, esto ya viene de la época de Rivadavia en 1826. En 1834 tenemos una bandera con un azul oscuro y el sol en rojo”, explicó.

“Ahora, pienso que la bandera argentina debiera ser con una franja celeste horizontal en el centro con el sol en medio del color celeste y una franja blanca en cada uno de los laterales, es la bandera de la batalla de Ayohuma”, reflexionó el arquitecto. 

El arquitecto y la bandera de la
época de Juan Manuel de Rosas.
“Inglaterra no pudo conquistar por las armas estas tierras porque fue vencida en Buenos Aires en 1806 y 1807, dos verdaderas palizas. Entonces, hacia 1857 se establecen y en 1862 se inaugura la sede de la masonería en Buenos Aires. Y para construir el edificio de la Gran Logia masónica, toman como eje los dos centros más religiosos de la ciudad de Buenos Aires, la catedral que ya tenía la fisonomía actual y la parroquia de Balvanera que era muy importante. Y la parroquia de la iglesia de San Nicolás de Bari donde se izó por primera vez la bandera argentina en Buenos Aires. Geométricamente en 1857 eligieron con toda precisión el lugar donde estaría la sede del templo masónico, conformando un rectángulo áureo, no es casualidad”,sentenció. 

A continuación, el arquitecto Urria explicó que la sede de la Gran Logia de Buenos Aires está en el centro de un triángulo cuyos vértices son la Casa de Gobierno, los Tribunales Federales y el Congreso de la Nación. “El edificio del templo masónico está proyectado por el ingeniero Carlos Enrique Pellegrini, que fue el padre del presidente de la república, el Dr. Carlos Pellegrini, también masón, que fue vicepresidente de Miguel Ángel Juárez Celman que renunció en 1890, asumiendo el cargo en ese momento Pellegrini que era el vicepresidente en ejercicio, gobernando hasta 1892. En el año 1872 el edificio masónico ya está terminado. El Fuerte de Buenos Aires ya existía desde 1585 más o menos, que es la actual Casa Rosada”.

“Sobre la década de 1880 se empieza a proyectar la sede del poder judicial donde estaba el antiguo Parque de la Artillería, y allí construyen el Palacio de Tribunales en 1906 y donde estaba el corralón de los hermanos Spinetto se planea el Congreso nacional. Pero antes de que se comience a edificar el edificio del Congreso, Sarmiento en su presidencia quiso construirlo en otro lugar, donde está actualmente el edificio de Obras Sanitarias o Palacio de Aguas. Le armaron un escándalo terrible los masones de la época, y eso que Sarmiento era masón. Claro, la explicación es que si el Congreso se construía en otra parte le alteraba todo el triángulo a los masones. Sarmiento los conocía muy bien y tenía otras intenciones a las de ellos. Entonces Sarmiento va para atrás y se edifica donde estaba planeado anteriormente”, aclaró.

“Desde el punto donde está la sede masónica se puede trazar una circunferencia tangente que toca los tres lados del triángulo de los poderes del estado (Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial), controlan los tres poderes. El punto que se ubica trazando las bisectrices de los tres ángulos es la sede de la Masonería Argentina de Buenos Aires, en calle Perón 1242”, explicó aclarando que no era ninguna casualidad.

El triángulo tiene en el ángulo casi recto 101º, justo donde está el Palacio de los Tribunales; en la Casa Rosada hay un ángulo de 31º y el Congreso tiene un ángulo de 48º. Hay un axioma en geometría que dice que en un triángulo cualquiera hay un solo punto desde el cual se puede trazar una tangente hacia los tres lados y es en el Templo Masónico. Si trazamos una línea de trisección desde uno de los lados del triángulo, o sea que lo dividimos al ángulo en tres partes iguales, tenemos que da justo a la Caja de Conversión que lo fue hasta 1935 cuando se convierte en el Banco Central, tenemos que tienen el control sobre el poder del dinero de la Argentina”, reveló Urria.

En 1936, se edifica el Obelisco de Buenos Aires en una de las líneas de trisección del ángulo, y repitiendo lo que dije en la visita anterior de marzo, el Obelisco, tiene 206 escalones, la misma cantidad de huesos que tiene el ser humano. Nos plantaron un muerto. Y se edificó demoliendo la iglesia más antigua de Buenos Aires, fue una profanación terrible”, se lamentó.

“Un arquitecto francés, Norbert Maillart graduado en las mejores academias francesas construye el Palacio de Justicia en el ex Parque de Artillería donde coloca una estatuaria que defiende el Palacio de Tribunales. Coloca tres escudos en el frontis, el de La Justicia, el escudo del Código, protegido por un haz de lictores, y muchos elementos simbólicos en las cuatro cornisas”.

“El triángulo en amarillo muestra los tres poderes del Estado. Pero tenemos aún más, donde la AMIA, fundada en 1894, tiene una línea que va directo al Banco Central pasando por el Obelisco de Buenos Aires. Y la sinagoga de la calle Paso, que es la más importante de Buenos Aires, va directo pasando por el templo masón a la Casa de Gobierno. En el año 1897, un poco más al norte del Poder Judicial y más al norte donde está el edificio del Consejo de la Magistratura se construye la sinagoga Libertad, en la calle Córdoba y Libertad”, explica.

“Por las líneas de energía, la Auditoría general de la nación, que estaba subordinada a la sinagoga de la calle Libertad, y al Consejo de la Magistratura, quedó liberada. Ha sucedido en los últimos meses quese cumplió un decreto del año 2002, bajo el gobierno de Duhalde, de mudar la sede de la Auditoría general de la Nación, a la calle Rivadavia, a un edificio de 1925, a metros del Congreso Nacional. Y esta mudanza ha provocado que la sede de la Auditoría intercepta las líneas de influencia de la sinagoga Libertad. Intercepta también la influencia negativa del Obelisco de Buenos Aires con el Congreso. Desde que comenzó la mudanza los tribunales federales de Comodoro Py se empiezan a mover a lo loco. La Justicia se empieza a mover. El Poder Judicial empieza a ser más potente. La mudanza ha reforzado el cateto, y desde Comodoro Py están llegando los misiles de decencia, se ha empezado a conmover la república. Estaba la justicia dormida y el imprevisto, la mudanza, alteró todo. El control lo están perdiendo, esto no es chiste. Esto hay que decirlo”, manifestó Urria. 

“Respecto a la sede de la Embajada Británica en Buenos Aires, no es casual su ubicación, está situada en el medio de la línea recta que une la Casa Rosada con la Residencia presidencial de Olivos. La quinta de Olivos fue donada en 1920 a la Nación. Yrigoyen en 1921 acepta la donación y en el año 1945, Gran Bretaña establece su embajada justo en la misma línea para interferir”, dijo.

El Monumento Nacional a la Bandera
El arquitecto Urria explicó que “espiritualmente representa la imagen de un gigante que está acostado en el lugar del Monumento a la Bandera. Tiene la cabeza recostada sobre el propileo, en el centro de la columnata del fondo. Toda su columna vertebral está apoyada sobre el patio cívico. El pubis es la base de la columna. Su cabeza es el chacra agni, el de la glándula pineal. La energía sale de la cripta y llega a la glándula pineal”, explicó Urria.

Este edificio comenzó a ser proyectado en el Concurso de 1940, por el arquitecto Ángel Guido y el arquitecto Alejandro Bustillo. Se concursó nada más lo que es la proa del Monumento. Yo hablé con Bustillo, unos meses antes que falleciera, en el año 1982 y me dijo: `sí, yo estuve con Guido en el concurso, pero después yo me alejé, y Guido le agregó todo lo demás’. Y pensé por qué se alejó Bustillo, primero porque no había plata para construir esta obra, recién se terminó de construir en 1957, y a Bustillo le surge la propuesta de construir el Hotel Llao Llao y el Banco Nación, y se fue y le dejó todo a Guido. Hay que destacar que Ángel Guido es el padre de la escritora Beatriz Guido, y ambos eran espiritistas, me lo dijo la familia. Ángel Guido era muy amigo de Ricardo Rojas que era masón y espiritista y de Manuel Gálvez que no se sabe si era masón pero decía que era espiritualista. Otro detalle es que Beatriz Guido era médium y los tres le preguntaban como iba a ser el futuro de la República Argentina. Y de algún modo, Ángel Guido diseña el Monumento de acuerdo a lo que le habían dicho los espíritus. El arquitecto diseña el “Barco de la Patria” que está por zarpar, y va a navegar el día que estén todos los tripulantes a bordo, o sea, la unidad nacional y aparezca un jefe que conduzca la nave a buen puerto. La energía de la misma es la lámpara votiva que está en el propileo. En la cripta donde está la estatua de Manuel Belgrano está un círculo con un sol tartésico, que es un sol de 8 puntas, compuesto por dos cuadrados superpuestos girados en 45º, uno de los símbolos más antiguos de la humanidad. Simboliza la autofecundación. Porque la columna es el miembro viril erecto, y la fuente que está delante es el órgano femenino, la Luna, el agua, la marea, el ciclo menstrual. En la autofecundación surge la Kundalini y sube por la columna del gigante hasta la llama votiva que es la glándula pineal. Así, la Argentina pasaría a un estado de conciencia superior, espiritual, ser o ser espiritual”, explicó.

“Simultáneamente, va a suceder, esto lo veo en las psicografías de Solari Parravicini, y en las profecías de Don Orione, que enunció en 1934 durante un Congreso Eucarístico. El pueblo va a ser el artífice de su destino y va a tomar las riendas de la república, convirtiéndose en un país de alta espiritualidad. Según mi interpretación, toda la violencia que existe en el país es porque algo está latiendo, y no puede surgir, por eso se manifiesta en violencia. Todos los presidentes y aspirantes al cargo saben que esto va a pasar en la república, todos van a consultar a la bruja del barrio, y saben que en la Argentina viene un cambio e ingenuamente creen que ellos van a ser los líderes. Perón creo que no se lo creyó, pero sí se lo creyó Alfonsín, que intentó llevar la capital federal a Viedma, y el lugar es la antípoda de Pekín. Pero con una diferencia, Pekín comenzó a ir para arriba y nosotros para abajo. Luego Menem se lo creyó aún más. Ahora lo tenemos al candidato Julián Domínguez que quiere trasladar la capital a Santiago del Estero y la antípoda, es una civilización primigenia de China”.

“El billete de 10 pesos tiene el dibujo del Monumento a la Bandera donde el mirador aparece como una estrella de seis puntas, cuando en la realidad el mirador es una estrella de 8 puntas. Se cambió deliberadamente el diseño de la ventana, una estrella de 8 rayos, o sea, el sol tartésico, por una estrella de David de seis rayos. Otra manipulación de la realidad”.

Finalizando, el arquitecto Urria puso énfasis en que “hay que restaurar todos los símbolos patrios, el escudo de la república que tiene laureles y olivos. Hay que restaurar la Bandera, y saber que bandera realmente tenemos y restaurar el Himno nacional que ha sido cambiado y la versión que hoy tenemos es la versión de 1860 del maestro Esnaola, y tenemos que volver a la versión original marcial de Blas Parera, que cumple con el mandato de la Asamblea del año XIII, que pide `una marcha para inflamar los espíritus’. En cambio tenemos un himno lánguido que no inflama ni en la cancha de fútbol”.

“En la Argentina está a punto de producirse un gran cambio que va a llevar a la espiritualidad superior, pronosticado en el Monumento a la Bandera por Ángel Guido, también por Solari Parravicini con sus psicografías. Por Don Orione que profetizó que la Argentina tendrá un gran despertar espiritual y en el escudo nacional está también el destino de la República. Hay que esperar el tiempo y al Hombre gris”, dijo el arquitecto despidiéndose de todos los oyentes.

Texto y fotos: Alberto Seoane